Propiedades de la rodonita
¿Cuál es el origen de la rodonita?
La rodonita es una piedra que abunda en el continente europeo, encontrando yacimientos en Alemania, España, Suecia y países de la antigua Unión Soviética.
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Color
Presenta una bella mezcla de colores. Los principales son el rosa y el negro, pero también pueden aparecer tonos blancos y grises.

Características principales
- Está relacionada con el centro del corazón, pero la presencia de óxido negro la vincula además al chakra raíz, muladhara.
- Se la conoce como la piedra del amor, de la amistad y de la auto-realización.
- Ya en la antigüedad los pueblos enfrentados la intercambiaban como símbolo de reconciliación. También se entregaba como amuleto a los huéspedes, para representar la amistad.
Usos y propiedades de la Rodonita
- Se emplea en periodos de confusión, ayudando a aclarar la mente.
- Relaja y libera la ansiedad y el estrés.
- Beneficia al sistema nervioso.
- Equilibra y desbloquea las energías físicas, a la vez que calma y abre el corazón.
- Lleva las energías amorosas del cuarto chakra al plano físico y material.
- Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo.
- Consigue que el amor incondicional inunde todos los aspectos de la vida.
- Muestra y equilibra la polaridad, integrando el yin y el yang.
- Favorece la meditación con mantras.
- Ayuda a sanar heridas emocionales.
- Te hace consciente de ti mismo, impidiendo falsas proyecciones y deseos de venganza.

Cómo usarla
- La rodonita puede ser tu gran aliada si necesitas relajar la tensión nerviosa, liberando ansiedad o estrés. Para ello puedes llevarla contigo en cualquier pieza de joyería, o guardada en un bolsillo.
- Si lo que quieres es elevar tu vibración a frecuencias más sutiles y amorosas, lo ideal es llevarla colgada cerca del corazón. De esta forma fomentarás sentimientos positivos, como compasión o perdón, tanto hacia ti mismo como hacia los demás.
- Para ayudarte a sanar una herida emocional o experiencia dolorosa, o para estimular el flujo de energía en el chakra del corazón, colócate tumbado boca arriba con una piedra de rodonita sobre el centro de tu pecho. Respira relajado permitiendo que las altas vibraciones de esta piedra llenen tu corazón.