Propiedades del lapislázuli
¿Cuál es el origen del lapislázuli?
Los yacimientos de lapislázuli se encuentran repartidos en Chile, Egipto, Afganistán, Italia y Estados Unidos.
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Color
El lapislázuli es de una rica tonalidad azul opaca, salpicada de bandas de color blanco, pudiendo aparecer también salpicaduras en tonos dorados, que son en realidad inclusiones de pirita.

Características principales
- Es una roca compuesta de varios minerales diferentes, como la sodalita, la calcita y la pirita.
- Durante siglos ha sido la piedra empleada para obtener el pigmento “azul ultramarino” empleado en la pintura y las artes.
- Los egipcios la empleaban como piedra de poder, ya que conocían su capacidad de conectar con las energías superiores.
- Siempre ha formado parte de las joyas de reyes y personajes importantes.
- Se cree clave en la existencia de la Atlántida.
Peculiaridades
- Algunos fabricantes utilizan howlita muerta para fabricar lapislázuli, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de comprarla y asegurarse de que es natural.
- Es fácil confundirlo con la sodalita. Sólo debes saber que ésta última no muestra nunca las inclusiones de pirita, por lo que carece de los matices dorados. Además su tono azul es menos vibrante e intenso.
- Cuanto más oscura y más azul sea la piedra, más alto es su valor, ya que la apariencia blanca de la calcita lo reduce.
- Es la segunda piedra más usada en joyería masculina, sólo por detrás del ónice negro.
Usos y propiedades del Lapislázuli
- Favorece y mejora la comunicación, tanto con el exterior, como a nivel interno con nuestro Ser.
- Nos permite conectar nuestros pensamientos e ideas con nuestras palabras.
- Aumenta la integridad.
- Posibilita la autoexpresión gracias a que nos conecta con nuestra verdad personal.
- Abre los centros de la garganta y del tercer ojo, aumentando la intuición, y permitiendo descubrir nuestro verdadero potencial.
- Ayuda a escuchar la voz interior y nos aporta guía.
- Conecta con las energías y conocimientos celestiales.
- Estimula la intuición y la canalización.
- Beneficiosa para la garganta, los dolores de cabeza y el insomnio.
- Aporta conocimiento y sabiduría, abriendo la mente a un nivel superior de conciencia.
- Amuleto de buena suerte y protección psíquica.
- Despeja, aclara y enfoca nuestros pensamientos.
- Conecta con energías muy elevadas.
- Aporta discernimiento a nivel psíquico, nos permite reconocer y diferenciar la voz de nuestra intuición de la imaginación o el ego.
- Eleva la frecuencia vibratoria a todos los niveles, nos hace más sensibles, conscientes y poderosos espiritualmente.
- Calma y relaja el estrés, a la vez que contiene gran energía y vitalidad.

Cómo usarla
- Esta piedra te ayuda de forma especial a comunicarte de forma consciente, sincera y elevada. Para ello lo ideal es llevarla en forma de collar alrededor del cuello. También puede ser como un colgante que quede en contacto con el centro del corazón. De esta forma puedes impulsar la comunicación con un ser querido.
- Si quieres trabajar en profundidad la apertura del corazón para establecer relaciones más positivas (no sólo amorosas), prueba a relajarte sobre tu espalda y colocar un cuarzo rosa sobre el chakra del corazón, y un lapislázuli sobre la garganta. Visualiza el flujo de energía entre los dos, y permite que tu corazón confíe en las nuevas relaciones e interacciones.
- Puede servirte para liberar emociones bloqueadas y promover la auto aceptación. A veces en estos asuntos pueden intervenir además los primeros chakras. Para hacer un trabajo completo puedes tumbarte boca arriba y colocar un lapislázuli sobre tu garganta, a la vez que colocas un cristal de unos de los primeros chakras sobre ellos. Puedes usar granate en el primer chakra para temas relacionados con la pertenencia al grupo o la familia, o conflictos de supervivencia y auto-identidad. Cornalina en el segundo chakra para temas más emocionales y de límites personales. O también ojo de tigre en el plexo solar para potenciar tu autoestima y poder individual.
- Si padeces ansiedad puede ayudarte una rejilla formada por una pieza de lapislázuli y ocho puntas de cuarzo blanco. Colocas el lapislázuli en el centro, y las piezas de cuarzo alrededor de ella, apuntando hacia fuera en todas las direcciones. El cuarzo multiplicará el efecto calmante del lapislázuli, y dirigirá está vibración llenando toda la habitación.